jueves, 20 de febrero de 2014

 LA EDUCACIÓN AMBIENTAL ENTRE LA MODERNIDAD Y LA POSMODERNIDAD: EN BUSCA DE UN MARCO EDUCATIVO DE REFERENCIA INTEGRADOR
A continuación se aborda la transformación de la Educación Ambiental, su relación con la Educación para el Desarrollo Sustentable  y las problemáticas que giran entorno a como se debe tratar este tema en las aulas.
2. Educación ambiental: ¿necesidad de una re-formulación?
La Educación Ambiental surgió de la modernidad como una reacción a los impactos del “progreso” moderno.
En consecuencia, en sus inicios fue reformista: se trataba de resolver y prevenir los problemas causados por el impacto de las actividades humanas en los sistemas biofísicos.
El ambiente, considerado como un recurso, se veía más como un problema global, enfatizando la magnitud, la gravedad y la naturaleza multidimensional de los problemas socioambientales. Pero, para muchos educadores, la EA conservó (y conserva todavía) las características de cierto romanticismo naturalista: a menudo se asociaba con la educación para la naturaleza, centrada en la experiencia personal del ambiente asumido como naturaleza.
Durante los ochenta, la Educación Ambiental  entró gradualmente en la posmodernidad. El movimiento de la educación ambiental de tipo grass roots destacó la importancia de asociar la EA con el cambio dinámico de la comunidad, tomando en cuenta las características sociales y culturales específicas de la población y el contexto particular en el que vive.
La Educación Ambiental  adoptó también la perspectiva del desarrollo y puso énfasis en una pedagogía del medio de vida. Se abogó por un diálogo entre los diversos tipos de saberes (disciplinarios y no disciplinarios) como estrategia para crear un saber crítico que pudiera ser útil en la solución de problemas o en el desarrollo de proyectos locales.
Los saberes tradicionales, concretos, cotidianos y experienciales fueron revalorados y confrontados con los saberes “científicos”, en una perspectiva de complementariedad, o para estimular el cuestionamiento crítico de las certezas.
Los noventa han visto retroceder a la educación ambiental en el discurso oficial. Reducida a una herramienta para el desarrollo sustentable, la EA ha sido volcada al paradigma de la modernidad. Dedicada a la educación ambiental, limita de ahora en adelante el nicho educativo de la EA, al inscribirla en los campos disciplinarios de la ciencia y la tecnología.
El aspecto conceptual de la educación ambiental
Algunos sostienen que debido a que el ambiente es “todo lo que nos rodea” y que nosotros mismos somos un ambiente, la Educación Ambiental es simplemente una “nueva educación” y su discurso es típico de una educación general progresista.
Se ha dicho que “la Educación Ambiental persigue el desarrollo óptimo de los jóvenes y la construcción de una mejor sociedad”. Otros, sin embargo, afirman que la Educación Ambiental  está estrechamente ligada a la enseñanza de la ecología o de las ciencias ambientales, consideradas como ciencias biofísicas.
El “espacio” de la Educación Ambiental corresponde a una de las tres siguientes esferas de interacción, donde ocurre el desarrollo básico de la persona. Es la tercera esfera, ella está estrechamente ligada a las otras dos.
Primero está la esfera personal (del “yo”). La zona de identidad donde la persona se desarrolla mediante la confrontación consigo misma (características, capacidades, límites); donde se genera la autonomía y la responsabilidad personal; donde aprendemos a aprender, aprendemos a autodefinirnos y a relacionarnos con las otras esferas
2. En la esfera de la alteridad la gente interactúa con los otros, ya sean individuos o grupos sociales. Aquí se desarrolla el sentido de pertenencia a un grupo, así como el sentido de la responsabilidad para con los otros. Aquí también encontramos, por ejemplo, la educación relacionada con la cooperación, las relaciones interculturales, la paz, la democracia, los derechos humanos y la solidaridad internacional.
3. Finalmente está la tercera esfera, el campo de la EA. Es la esfera de las relaciones con el ambiente biofísico, mediada por las esferas de las relaciones personales y sociales. 
La tercera esfera, la de las relaciones ambientales, se remite a un campo de interacciones de primer orden para el desarrollo completo de la persona y del grupo social con el que se relaciona. En este sentido, la Educación Ambiental es realmente una dimensión fundamental de la educación. 
La Educación Ambiental  está estrechamente ligada a las otras dimensiones de la educación contemporánea que son parte de la esfera de la alteridad (paz, derechos humanos, relaciones interculturales, etc.), con la cual comparte un mismo marco ético (responsabilidad, cuidado, solidaridad), enfoques pedagógicos similares, las mismas estrategias para integrarlos en la educación formal y las mismas demandas de colaboración hacia los diferentes actores de la “sociedad educativa”.
 El problema de la práctica de la educación ambiental
 El problema conceptual de la Educación  ambiental  está asociado a las dificultades de su práctica. La educación ambiental  ha sido sobre todo vinculada con la adquisición de conocimientos sobre el ambiente, dando muy poco espacio al desarrollo de competencias éticas, críticas y estratégicas. Por ejemplo, se critica a la EA por ver los problemas en una perspectiva biofísica ambiental y descuidar los aspectos humanos de la situación.
La descripción de la evolución histórica de la EA, el esclarecimiento de sus características y la discusión de sus actuales problemas, nos permiten ahora analizar las recientes propuestas de la educación para el desarrollo sustentable o la educación para un futuro sustentable o educación para la sustentabilidad.
3. Propuesta de la educación para el desarrollo sustentable
Igual que la educación ambiental, y a pesar de su historia más reciente, la educación para el desarrollo sustentable (EDS) también es un producto de la modernidad. Surgió como respuesta a las amenazas al “progreso” de la civilización occidental causadas por la extinción de los recursos y la desestabilización de los equilibrios sociales del poder.
El significado del desarrollo sustentable: es un tipo de desarrollo preocupado por responder a las necesidades de las poblaciones actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.
El concepto de desarrollo sustentable es menos ambiguo: combina el desarrollo con los principios ecológicos básicos (incluyendo los relacionados con la capacidad de carga de los ecosistemas) y con una ética ecológica basada en los valores de autonomía, solidaridad y responsabilidad para las realidades socioambientales.
Así, “desarrollo sustentable” apareció como un vocablo muy atractivo que hizo posible iniciar el diálogo (también superficial) entre el mundo de los negocios, la política y el ambiente.
3.1 Problema conceptual
Este esquema presenta la esfera de la economía fuera de la sociedad y no como un componente de las opciones sociales: es una supra-entidad que gobierna la relación entre sociedad y ambiente, y es en la esfera económica donde se lleva a cabo el desarrollo. Por supuesto, representa el actual dominio de la economía global que es extremadamente alienante para las sociedades y un obstáculo para el desarrollo endógeno.
3.2. Problema ético
El problema conceptual de la educación para el desarrollo sustentable está asociado a uno de carácter ético.
La sustentabilidad se percibe como un valor supremo en el cual convergen otros valores, tales como respeto, solidaridad y responsabilidad. La relación con el ambiente se subordina al desarrollo económico: la cuestión ética es no exceder la capacidad de carga del ambiente, mientras satisfaga las necesidades (lo que no se ha discutido) actuales y futuras de las sociedades de estilo occidental. La sustentabilidad se convierte en la base del sistema ético de la reforma educativa propuesta.
En la medida que el mercado sea globalizado y los recursos mundiales sean un fondo común (para beneficio de las multinacionales en particular), deben evitarse la planetaria “tragedia de los comunes”.
3.3. Problema cultural
Además de plantear problemas de tipo conceptual y ético, el concepto de desarrollo sustentable también está asociado a un problema cultural.
El concepto de “desarrollo”, como se adoptó en occidente, no existe en culturas donde el equilibrio con el ambiente no debe interpretarse como un tipo especial (sustentable) de depredación, sino como parte de una cosmogonía completamente diferente de la nuestra y no tiene nada que ver con el concepto moderno del desarrollo sustentable o con las teorías explicatorias románticas. Estas realidades culturales no pueden tampoco ser interpretadas dentro del marco del análisis de la modernidad /postmodernidad.
3.4. Observaciones pedagógicas
Es necesario hacer dos observaciones sobre el aspecto pedagógico de la educación para el desarrollo sustentable. En primer lugar, con frecuencia encontramos, como ocurre con la educación ambiental, el mismo entusiasmo de quien descubre la educación o adquiere nuevos puntos de vista sobre aquélla a través de su vinculación con la EDS.
En segundo lugar, a pesar de las estrategias pedagógicas innovadoras y los enfoques propuestos. Involucra una típica posición modernista que asocia la EDS con la transferencia de conocimiento científico y tecnológico y considera a la educación como un medio para emplear “el potencial humano, junto con otras potencialidades al servicio del crecimiento económico”.
Es importante no confundir el concepto de desarrollo sustentable, cuya relevancia básica para la educación es eminentemente cuestionable, con la propuesta pedagógica concreta hecha por muchos diseñadores de materiales y con los proyectos de enseñanza-aprendizaje de los educadores. Muchos educadores toman del desarrollo sustentable sólo las esperanzas para alcanzar transformaciones socioambientales y, desde su perspectiva, las palabras y los discursos no son muy importantes.
Finalmente, debe admitirse que quienes proponen la educación para el desarrollo sustentable tienen buenas intenciones. No obstante, se ve que a menudo son personas que participan en Comités o Comisiones debido a su posición social y profesional. Desgraciadamente, éstas no han tenido nunca la ocasión de reflexionar acerca de la educación misma a partir de clarificaciones filosóficas y éticas específicas. Por lo tanto, generalmente, sus intervenciones en este ámbito son improvisadas basándose en preocupaciones de orden político u organizacional.
4. La propuesta educativa para un futuro sustentable
Debido a los problemas conceptuales, éticos y culturales asociados al concepto de desarrollo sustentable, han surgido numerosas críticas provenientes de quienes están involucrados en el mundo de la educación. Como reacción a estas críticas surgió una nueva expresión: educación para un futuro sustentable (EFS), también llamada educación para la sustentabilidad (EPS).
Hay que percatarse de que el concepto de un futuro sustentable está basado en una ética esencialmente antropocéntrica que debe, por lo menos, ser cuestionada: “es necesario imaginar una nueva y sustentable relación entre la humanidad y su hábitat; una relación que coloque a la humanidad en la parte central, sin olvidar de ninguna manera lo que está pasando a los lados...”
 5. La educación para el desarrollo de sociedades responsables
Entre los otros marcos educativos comprehensivos actuales considerados para la educación contemporánea, es de particular interés la educación para el desarrollo de sociedades responsables. Está basada en dos fuentes. La primera se refiere al Tratado de las Organizaciones no Gubernamentales.
La segunda fuente es la plataforma propuesta por la Fondation pour le progrès de l’Homme (FPH, 1997) titulado Pour un monde responsable et solidaire (Por un mundo responsable y solidario). Lo que tienen en común estas propuestas es que adoptan una ética de la responsabilidad. Además, toman en cuenta uno de los aspectos fundamentales en la actual crisis, es decir, la ruptura entre el ser humano y la naturaleza.
Lo que está en discusión es la búsqueda de un marco educativo comprehensivo, de tal forma que podamos integrar de manera óptima las diferentes dimensiones de la educación contemporánea, que intentan contribuir a la resolución de los principales problemas sociales y ambientales de nuestro mundo, así como a la construcción de proyectos transformadores. El reto es encontrar las bases de una educación capaz de promover un desarrollo humano integral, para lo cual la EA ofrece una contribución esencial.
Conclusión personal.
La reforma de la educación gira hacia el desarrollo sustentable ¿qué podemos hacer para que sea sustentable? Se debe de incluir en el curriculum aspectos en relación al medio ambiente, no solo tomarlos como pequeño apartado de Exploración y Conocimiento del medio, si no darle la importancia necesaria para generar un cambio en los demás. También es necesario poner el ejemplo.
Con respecto a esto, tenemos las 3 esferas OIKOS. Donde en el interior está el individuo, los cambios que genere él se verán en la sociedad, que es el 2 círculo donde  afecta al 3 círculo: el medio ambiente.
Para una buena Educación Ambiental es necesario inculcar en los niños el sentido de proteger nuestros medio ambiente, donde los niños reflexionen lo que pasa y como afecta en su vida. Esto puede ser mediante experimentos, realizando campañas, visitando lugares protegidos y creando conciencia, que no solo se quede en lo teórico, sino, llevarlo a la práctica.

Bibliografía

Sauvé, L. (1999). La educación ambiental entre la modernidad y la posmodernidad : En busca de un marco de referencia educativo integrador.


martes, 18 de febrero de 2014

Maria Isabel Rico Gutierrez

Soy Maria Isabel Rico Gutierrez 

 Me gusta mucho leer, es uno de mis pasatiempos favoritos, ademas de bailar, escuchar música y salir con mis amigos/as. 

 Considero que me ha ido bien en la carrera es algo que me gusta mucho, a pesar de todo, no hay nada mejor que estar frente al grupo. He aprendido muchas cosas en estos tres semestre, que se que me ayudaran para desenvolverme en el ámbito laboral y en el momento que de mis practicas.